Akira Kosemura

Akira Kosemura está considerado uno de los grandes valores de la música instrumental desde el amanecer del siglo XXI. Con una obra que combina belleza, minimalismo emocional y una gran capacidad para transmitir paisajes sonoros cinematográficos, ha logrado conectar con el público que sigue artistas como Nils Frahm, Olafur Arnalds o Ryuichi Sakamoto.
En su reciente visita a Chile, tuvimos la posibilidad de conversar con él acerca de sus procesos creativos, su método compositivo y su vínculo con la escena audiovisual.
**¿Cómo te acercaste a la música?**
Desde que era niño me sentí muy conectado con el sonido. Tocaba el piano desde pequeño y luego comencé a componer mis propias piezas. La música se convirtió en una forma natural de expresión para mí.
**Tu obra está muy vinculada a la música para imagen. ¿Cómo abordas esa experiencia?**
Crear música para cine o televisión implica meterse en el universo narrativo de otra persona. Es un trabajo de interpretación y empatía donde el compositor debe complementar la historia desde su propio lenguaje sonoro.
**Muchos destacan la calma y belleza de tus composiciones. ¿Es algo consciente?**
No compongo desde la intención de crear belleza como objetivo. Para mí, la música es un instante emocional; si transmite paz o belleza, es porque conectó con algo sincero dentro de mí.
**¿Con qué proyectos estás trabajando actualmente?**
Estoy desarrollando la música para una película japonesa que se estrenará a finales de este año, además de preparar un nuevo álbum en estudio donde exploro más arreglos de cuerdas y un trabajo más íntimo con el piano.
Kosemura ha editado música bajo su propio sello Schole y también para importantes editoras como Deutsche Grammophon. Su catálogo combina trabajos solistas con colaboraciones y encargos para documentales, películas y marcas internacionales.
Por estos días, recorre el mundo compartiendo su arte y mostrando que la música “pequeña” también puede ser inmensamente poderosa.