Clang Sayne

En 2005 la cantautora Laura Hyland (voz y guitarra acústica) se mudó de su natal Dublín a Londres, donde se involucró con la escena de música improvisada y conoció a James O’Sullivan (guitarra eléctrica). Luego conoció a Matt Fisher (percusión), quien viene del jazz, y a Peter Marsh (contrabajo), de la escena de libre improvisación, aunque también participa en otros estilos.
Laura Hyland fundó Clang Sayne en 2007 y su álbum debut “Winterlands” fue editado en forma independiente en septiembre último y lanzado en el Café Oto en Londres.
“Winterlands” combina las canciones con la improvisación.
www.clangsayne.net y www.myspace.com/clangsayne
¿Cuáles son tus raíces musicales?
“Para mí, The Beatles fueron mis héroes por muchos años – los descubrí a los seis años y me encantaron. En la misma época comencé a tocar violín en un colegio de música clásica con resultados desastrosos. Me decía mi profesor que cuando tuviera 11 años iba a alcanzar mi punto máximo. Probablemente tenía mucho que ver con el hecho que en mi práctica ponía énfasis en tocar canciones de The Beatles antes que hacer los ejercicios que él me mandaba hacer, de lo que desafortunadamente nada sabía. Poco después dejé el violín y en consecuencia aprendí por mi misma las partituras de The Beatles a través de un libro. Era una fanática de la música pop/rock/folk de los ‘60/’70 (Hendrix, Led Zeppelin, Dylan, Bowie, Janis Joplin, Pink Floyd, Funkadelic, Paul Simon), hasta casi terminar mi adolescencia. Toda la escena punk de finales de los ’70 también estaba en el background. Mi hermana mayor era hardcore punk pero yo quería ser diferente a ella, pero aún así me gustaban las cosas que ella escuchaba en su dormitorio, en realidad me mantuve como una oyente pasiva de punk.
Cuando tenía cerca de 16 me enganché con Bjork y Orbital que compré a través de un tonto catálogo de ofertas; ‘compre cinco por el precio de uno’, el tipo de ofertas que puedes encontrar en las últimas páginas del diario del domingo. Bastante raro, en el mismo paquete de CD’s había una compilación con un tema de un grupo llamado Spooky (no confundir con DJ Spooky) que me volvió loca. Creo que fue la primera pieza de música ‘electrónica’ que me dejó extasiada. (Creo que posteriormente formaron el grupo Black Dog, aunque no soy una conocedora, por lo que podría estar totalmente equivocada…). De cualquier manera, el punto es que los tres artistas me orientaron hacia una nueva e interesante trayectoria musical que indirectamente me guiaron varios años después a la edad de 21 años a un master en tecnología y composición musical en el Trinity College en Dublín.
El curso fue una gran apertura de escucha al corazón de la música clásica del Siglo XX: música ‘art’ y el vanguardismo en general. Me destruyó totalmente – incluso habiéndome encantado -, perdí mucho mi creatividad. Me desvié hacia el jazz, cogiendo el saxo tenor después de una intensa relación amorosa con el álbum ‘Barcelona’ de Joe Henderson. Estudié el saxo y el jazz en general con mucho gusto por un buen par de años. Alrededor del mismo tiempo estaba haciendo esta clase de música electrónica casera para los trabajos/encargos de mi curso (algunos de los cuales están arriba en mi página personal en myspace, www.myspace.com/vixenmews), utilizando una mezcla de procesador de registros de campo y sonidos generados de forma sintética. ¡En ese momento de mi vida en realidad no sabía realmente de mis raíces o mi destino! Fue sólo hace unos tres o cuatro años, después de terminar el curso que regresé a la voz y a la guitarra y acepté mi inclinación para escribir canciones y cantarlas, como una manera válida de expresión artística. Desde entonces, la comunidad londinense de improvisación, específicamente el taller de improvisación semanal de Eddie Prévost, ha tenido una gran influencia en mi práctica diaria – he tomado mucha inspiración de la música y de las personas que he escuchado tocando allí”.
Si tuvieras que poner en palabras las vocalizaciones viscerales y los gritos, ¿qué es lo que dirías? ¿Cuáles son las emociones que están detrás?
“Creo que si tú ves y escuchas las palabras en el álbum es bastante claro – no creo que hayan allí emociones ‘detrás’ de lo que estoy haciendo –, en realidad es todo lo contrario, siento algo: la expresión de ese sentimiento es el resultado de la música”.
¿Colaboras como cantautora con otros artistas o bandas?
“No he hecho muchas colaboraciones como cantautora como tal, aunque sí, estoy involucrada en dos proyectos colaborativos: Polly Fibre – ruidos, textiles y performance de moda del grupo de arte fundado por Christine Ellison – ve www.pollyfibre.com y a Sonnamble – un procesamiento electrónico e improvisación acústica en vivo, fundado por mi compañero de departamento Conor Curran – él también mezcló ‘Winterlands’. Peter Marsh quien también toca en Clang Sayne es también un miembro de Sonnamble. Luego toco harto con varios improvisadores en un contexto muy informal por los alrededores de Londres”.
¿Qué es lo que viene luego para Clang Sayne?
“Hacer una gira es definitivamente lo próximo en la lista. ¡Eso e intentar desenredar todo el negocio del Negocio! No tengo pistas de cómo se hace promoción de un álbum/grupo – realmente tengo que hacer una seria tarea en los próximos meses. Encontrar un sello, distribuidor, manager para la gira, etc. Tengo que decir que los prospectos son muy atemorizantes para mí.
Aparte de administración y el negocio, continuar tocando regularmente es lo más importante artísticamente. Estamos trabajando para hacer un álbum totalmente improvisado, al contrario de ‘Winterlands’ que tiene muchos elementos improvisados, es esencialmente un conjunto de estructuras compuestas con secciones improvisadas designadas que se encuentran en él.
Me gusta la idea de una canción improvisada. Supongo que también siento que he estado tocando y escribiendo canciones por muchos años, por lo que debería ser capaz de hacerlo ‘al vuelo’, esto me paraliza hacerlo en el contexto de una presentación (porque lo hacemos todo el tiempo cuando ensayamos), es el miedo de echarlo todo a perder con una sutil disposición ‘bizarra por el control’. ¡Quiero sobrepasar lejos ambos obstáculos! Me encanta cuando tocan James, Matt y Pete y cuando tocamos juntos las partes más entretenidas son, sin abandonarse (y sé que hablo aquí por todos nosotros) – los ensayos en los que NO tocamos mis canciones, sino que simplemente tocamos juntos. Todos queremos explorar y explotar esto”.
Guillermo Escudero
Noviembre 2009