Damián Anache

¿Cómo surge la idea de realizar un disco como «Capturas del Único Camino»?
La idea venía rondando hacía un tiempo. En 2012 empecé una primera versión, en parte nacida del trabajo que había hecho para una obra multimedial (Paisaje Sonoro) y de algunas investigaciones entre grabaciones de campo y síntesis generativa. Luego estuve haciendo otras cosas, y el proyecto quedó en pausa. En 2013 empecé a trabajar con más dedicación en el disco mismo.
¿Qué elementos técnicos o sonoros consideras fundamentales en esta obra?
El elemento principal es la utilización de grabaciones de campo junto con sistemas generativos que trabajan en tiempo real. El resultado es un flujo sonoro que nunca se repite exactamente igual, aunque mantiene una estructura compositiva y una paleta tímbrica coherente de principio a fin.
¿Cuál es el rol del azar en tu trabajo sonoro?
El azar es esencial para mí, porque permite que el sonido «viva», que el sistema produzca cosas que no estaban planeadas. Trabajar con sistemas generativos implica dejar que el código, el entorno y el algoritmo propongan caminos, caminos únicos que ni siquiera el autor podría prever exactamente.
¿Qué referencias o influencias destacarías en tu proceso de creación?
Hay muchas. De la música contemporánea, Xenakis, Cage, Feldman, Lucier. De la electrónica, Red Hot Filth, Aphex Twin, Fennesz. Y de lo académico más actual, compositores como Daniel Teruggi, Horacio Vaggione o incluso R. Murray Schafer, por su enfoque de la ecología acústica.
¿Cómo fue el proceso de publicación de este disco?
Fue extenso. Una vez terminado el trabajo compositivo, hubo mucho trabajo en mezcla, master y diseño del disco. Luego surgió la posibilidad de editarlo en un sello europeo, Concepto Cero, y más tarde se gestionó también la edición argentina con Inkilino Records. También fue fundamental contar con apoyo de MINCYT para la etapa de impresión.