Drawing Virtual Gardens

¿Cómo fue el proceso creativo de este trabajo en comparación a tus discos anteriores?
Intentamos aprovechar las tecnologías actuales para ampliar nuestro discurso estético sin perder identidad. Exploramos nuevas formas de composición que estuviesen más conectadas con lo narrativo, con la construcción de paisajes a través del sonido. Es un disco introspectivo, muy sensorial.
Los nombres de las canciones parecen tener cierto hilo conductor, ¿hay una historia detrás del disco?
La idea de “jardines virtuales” surge de pensar estos espacios personales que cultivamos en la era digital. Espacios que son artificiales, pero también íntimos. Las canciones no cuentan una historia lineal, pero sí están ligadas por una búsqueda sonora común.
¿Qué influencias musicales y extramusicales influyeron en este trabajo?
Desde artistas como Oneohtrix Point Never y Fennesz, hasta referencias visuales como el arte digital de Refik Anadol. También nos inspiramos en la botánica, en cómo crecen y se entrelazan las plantas, y tratamos de imitar ese comportamiento en la estructura sonora.