Maria W Horn
Maria W Horn | “Epistasis” | Hallow Ground | 2019
La artista y compositora sueca Maria W Horn es parte de una joven generación de músicos experimentales provenientes de Escandinavia que se ha destacado por explorar los límites del sonido desde un enfoque tanto sónico como físico y sensorial. Su trabajo es profundamente influenciado por la estética reduccionista de la música minimalista, así como por técnicas electroacústicas y composiciones algorítmicas contemporáneas.
“Epistasis” (Hallow Ground, 2019) captura una parte de esa exploración. En esta obra se mezcla la composición electrónica con intervenciones acústicas que permiten un despliegue de texturas, matices y dinámicas en donde el tiempo pareciera expandirse. Con una estructura cuidadosamente diseñada, el disco se mueve entre la tensión y la calma, entre lo físico y lo abstracto. Las piezas están organizadas de una forma que permite una escucha profunda y de inmersión, donde se destacan timbres sintéticos, voces manipuladas y patrones rítmicos casi imperceptibles.
En este álbum también se ve reflejada su alianza con otros artistas como el Quartetto Maurice, quienes participan en una de las composiciones ofreciendo una resonancia orgánica que amplifica el alcance expresivo de Horn.
¿Qué motivó la creación de “Epistasis”?
La búsqueda de formas musicales que pudieran ligar distintos elementos acústicos y electrónicos, creando una experiencia inmersiva en igualdad de condiciones entre lo tecnológico y lo humano.
¿Cuál es la relevancia del título?
“Epistasis” es un término genético que alude a la interacción entre genes, donde uno puede influir o enmascarar la expresión de otro. Maria W Horn aplica este concepto al sonido: cómo distintas capas pueden interactuar, influenciarse o neutralizarse entre sí.
El disco se convierte en un estudio sobre la interdependencia de elementos compositivos, el diálogo entre estructuras armónicas y cómo ciertos aspectos del sonido pueden condicionar la percepción global de una obra.
Maria W Horn demuestra con esta producción que el sonido es también un fenómeno físico, espacial, emocional y filosófico, y que esas dimensiones pueden activarse desde una composición que trascienda el formato.
“Epistasis” se sitúa entre lo mejor de la música contemporánea experimental de los últimos años.
