Phill Niblock

Phill Niblock | ‘Touch Five’ | Touch | 2013
Este es un CD doble del renombrado músico minimalista residente en Nueva York, Phill Niblock, quien edita sus trabajos en el sello experimental inglés Touch. Niblock es un referente para los artistas multimediales de su generación. Ha inspirado a una gran variedad de músicos, desde John Cage hasta Jim O’Rourke. Sus presentaciones en vivo se acompañan de películas, diapositivas, videos y fotografía, además de su música. Sus composiciones son conocidas por numerosos tonos que son tocados simultáneamente por largos ratos.
Niblock comenta que este trabajo contiene temas que están hechos de dos formas diferentes: el método tradicional (data de 1968) que es grabar tonos que se reproducen por un instrumento (por un instrumentista). Estos tonos individuales se organizan en un conjunto de multi-capas, produciendo drones de gruesa textura y con muchos microtonos.
El CD 1 consiste en ‘FeedCorn’ tocado por el chelista belga Arne Deforce y ‘A Cage of Stars’ por el escocés Rhodri Davies en arpa eléctrica.
El CD-2 consta de una obra para la que Niblock escribió seis partituras, donde los músicos se encontraban sintonizados para escuchar tonos reproducidos por una cinta a través de audífonos. Son tres partes y cada una tiene dos partituras que son interpretadas por Zwerm Guitar Quartet (Kowe Van Cauwenberghe, Matthias Koole, Toon Callier, Guy De Bièvren); Dither Guitar Quartet (Taylor Levine, David Linaburg, Joshua Lopes, James Moore); Coh Da Guitar Quartet (David First, Seth Josel, Robert Poss, Susan Stenger).
Estas dos partituras son tocadas simultáneamente por dos grupos de músicos: A y B. Cada partitura consiste en diez partes instrumentales que son distribuidas a los músicos en forma aleatoria. Estos dos grupos no están separados espacialmente. En cada parte una nota cambia a la siguiente en una secuencia gradual de pasos microtonales.
Independiente de la dificultad por entender los términos técnicos musicales, la experiencia de escuchar estas obras a partir de notas que sutilmente cambian, va creando momentos más pasivos, otros más activos, o bien de mayor o de menor tensión. Pero es curioso que un drone tan sostenido que a veces alcanza los 30 minutos, tenga inflexiones que provoquen melodías bellas e inspiradoras.
www.touchmusic.org.uk y www.phillniblock.com
Guillermo Escudero
Noviembre 2013