Friedl / Vorfeld

Friedl / Vorfeld, “Pech”, Room40, 2006
Friedl / Vorfeld, Pech, Room40, 2006-06-09
Los alemanes Reinhold Friedl en piano preparado y piano interior y Michael Vorfeld en percusión e instrumentos de cuerda, exponen un trabajo electroacústico en el que se potencia el piano – sin que se toquen sus teclas -, a través de varias preparaciones a fin de obtener sonidos producidos por las vibraciones de las cuerdas.
“Pech” comienza a dibujar poco a poco notas disonantes de cuerdas, con espacios de silencios que luego se van llenando de un controlado ruido. Su base está constituida de drones por un conjunto de cuerdas de bajos rangos dinámicos que son el telón de fondo.
En “Keks” se presentan interesantes percusiones metálicas que son tocadas superficialmente. Básicamente es la textura que despide dicha resonancia la que la hace atractiva y junto con eso – cuando precisamente se alcanza un clímax -, un intrincado rasgueo de cuerdas de piano que denotan firmeza y libre improvisación, va tejiendo un complejo sonoro en la que asoma un tambor que le proporciona profundidad y misterio a este tema. Este trabajo de percusión tiene cierta familiaridad con el del percusionista suizo Christian Wolfarth.
“Torf” continúa en la línea de “Pech” con un vaivén de sonidos metálicos agudos que construyen una sinfonía abstracta, intrincada y oscura. Lo que podría ser la banda sonora de una película escalofriante. “Torf” es el tema que denota más sigilo con su tambor profundo y grave, más la probable utilización de la técnica de micrófonos de contacto, manteniendo al escucha expectante, inquieto por el poderoso efecto que tiene tocar las cuerdas del piano con elementos sólidos.
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Guillermo Escudero
Junio 2006
With this new recording German inside pianist Reinhold Friedl and percussionist Michael Vorfeld offer up yet another fine example of exuberantly austere electroacoustic music wherein the full potentialities of the piano — with nary a key being depressed — are actuated through numerous preparations and unorthodox performance techniques like rubbing the strings with various devices in order to coax stately harmonic currents and rippling sheets of sound.
A languid drone backbone is interspered with controlled bursts of noise as dissonant chords from Vorfeld’s string instruments are slowing drawn out in the opening track, Pech.
Keks starts off proceedings with continuous sheets of bowed cymbals; as the track progresses, the underlying resonance gives way – in a most lovely fashion — to textual hum. At the height of the piece, intricate piano scrapings introduce a note of confusion as well as improvisatory resolve while deftly interweaving with inscrutably low drum smears to form a complex sonic whole. Vorfeld’s work on percussion resembles the textual investigations of fellow improvisors Christian Wolfarth and Eddie Prevost.
Torf continues in a similar vein: a rhythmic ebb and flow of sharp metallic sounds flowing into dark pools of discreet beauty that approximate the strange chillness of a shivery soundtrack. A portentous piece built around deep, solemn drum touches, contact-miced frottage and resonating piano gestures, Torf evokes a sense of disquiet in the listener.
www.room40.org
Francisca Monsalve
June 2006