Akira Kosemura | Megumi Shinozaki | Kimihiko Nitta
¿Cómo nace la idea de trabajar juntos en este disco?
La idea surgió de manera muy natural. Ya habíamos trabajado juntos anteriormente en varias oportunidades y notamos que compartíamos una sensibilidad musical y estética similar. La propuesta fue de Akira, quien nos invitó a Megumi y a mí (Kimihiko) a colaborar nuevamente en este proyecto que tenía una orientación más personal e íntima.
¿Qué enfoque quisieron darle a esta producción?
Queríamos que el disco reflejara una mirada introspectiva, atmosférica y emocional. Nos interesaba transmitir sensaciones casi cinematográficas, como si cada pieza contara una historia o evocara una imagen. En ese sentido, la participación de Megumi fue crucial para añadir matices vocales muy delicados y sugerentes.
¿Cómo fue el proceso creativo entre ustedes?
Fue muy fluido. Akira compuso la mayoría de las piezas bases, luego Megumi añadió su voz sobre las ideas melódicas y yo aporté en la producción general, la mezcla y arreglos adicionales. Todo fue colaborativo, con mucha retroalimentación. Fue un trabajo muy armonioso y enriquecedor para todos.
¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaron?
Lograr un sonido coherente entre todos los elementos. Al ser un proyecto tan delicado, era importante que no se sintiera saturado ni forzado. Buscamos la sutileza, y eso en ocasiones es lo más difícil de alcanzar.
¿Están satisfechos con el resultado?
Completamente. Es un trabajo muy significativo para cada uno de nosotros. Representa una etapa muy especial de nuestras trayectorias y creemos que se nota el cuidado con el que fue concebido.
