Federico Durand

Federico Durand es un músico argentino cuya delicadeza sonora ha conquistado a seguidores del ambient alrededor del mundo. Su enfoque artesanal y poético en la creación de paisajes sonoros lo ha llevado a editar discos en sellos como 12k, Spekk y Home Normal.
**¿Cómo fue el proceso de grabación de este nuevo trabajo?**
Todo el disco fue grabado en mi casa. Utilicé grabadora de cinta de cuatro canales, sintetizadores analógicos, campanas, cajas de música y efectos. Hay muchos sonidos procesados con cintas, algo que me encanta por lo cálido e imperfecto.
**¿Qué significa para ti el sonido del hogar, la calidez en la música?**
Siempre he encontrado en el hogar un refugio para crear. Me gusta grabar con la ventana abierta, que se cuele el canto de los pájaros o el sonido lejano del tren. Pienso que todo eso contribuye a dar forma a una música que respira y que es cercana.
**Tu música ha llegado a Japón, Estados Unidos y Europa, ¿cómo ha sido esa recepción internacional?**
Fue una sorpresa muy linda. Nunca imaginé que la música que hago con tanta intimidad iba a viajar tan lejos. Estoy muy agradecido.
**¿Qué instrumentos o herramientas sientes indispensables para tu creación musical?**
Mi grabadora de cassette, mis sintetizadores sencillos, una caja de música que encontré en un mercado de pulgas y mi computadora. Pero sobre todo, el silencio: ese espacio tan necesario para escuchar tanto el entorno como las emociones.
**¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?**
Sí, acabo de terminar un nuevo álbum que saldrá por el sello 12k en unos meses. También estoy componiendo música para una instalación sonora y visual junto a un artista japonés.
**¿Qué significa para ti publicar en sellos especializados como 12k o Spekk?**
Es un privilegio. Son sellos que admiro mucho, con los que me siento muy identificado estética y filosóficamente. Me han abierto las puertas a una comunidad mundial de artistas y oyentes sensibles.
**¿Cómo consideras el rol del arte en estos tiempos de velocidad y sobreinformación?**
Creo que el arte, y en mi caso la música, puede ofrecernos un espacio de contemplación y escucha, de pausa ante el vértigo del día a día. Me interesa que la música invite a detener el tiempo un instante.