Rasalasad & Amantra
¿Cuál ha sido la búsqueda o eje central que han intentado mantener durante todos estos años?
Rasalasad ha pretendido actuar como médium. Canalizar vivencias, momentos, recuerdos. Mostrar paisajes que tienen lugar sólo en nuestra mente. Atmosférico, ensoñador, evocador. Un intento de suspender el tiempo, provocar estados distintos desde los sonidos.
¿Cómo se conectan con lo espiritual a través de su música?
La música de Rasalasad se ha creado, generalmente, en momentos muy introspectivos. Casi una forma de meditación. Lo espiritual y lo ritual van de la mano. Cada sonido es escogido con mucha intención. Nada es casual.
¿Podrías describir en qué consiste el nuevo disco de Rasalasad y cómo se diferencia del resto de su discografía?
“Amantra” es quizá el trabajo más íntimo. Nació desde la necesidad de sanar. De liberarse de fantasmas. Nuestra discografía tiene sonidos más sombríos, urbanos incluso. En este caso, la atmósfera general es más etérea, luminosa.
¿Quién o qué es Amantra?
Amantra es una persona real. Pero también una idea, un ideal. Un espejo. Una diosa. Un mantra.
¿Cómo fue el proceso de producción y grabación del nuevo disco?
El disco fue compuesto y grabado entre 2021 y 2022. Fue un proceso largo, donde cada atmósfera fue labrada con mucha paciencia, reescrita, modificada. Muchos sonidos fueron grabados con instrumentos reales, algunas voces procesadas. Se usaron sintetizadores, cuerdas, guitarras, grabadoras de campo.
¿Cuál es el rol del silencio en la música de Rasalasad?
El silencio es casi más importante que el sonido. Sin espacios, sin pausas, no hay equilibrio. Hay sonidos que sólo se perciben en el silencio. El juego de percepciones es fundamental en Rasalasad.
