Mary Lattimore

¿Cuál fue la inspiración detrás de este último disco?
Principalmente mi entorno. Gran parte de las canciones fueron creadas durante un período en donde estuve viajando constantemente por la costa oeste de Estados Unidos. Me dejé llevar por las sensaciones de esos paisajes abiertos y enigmáticos.
¿Qué diferencias encuentras con tus trabajos anteriores?
Este álbum tiene una carga emocional más profunda. Decidí no restringirme tanto en cuanto a estructura y eso me permitió explorar sonidos más libres, más ambientales.
¿Qué rol juega el arpa en tu proceso creativo?
Fundamental. Es mi instrumento principal, pero también es una extensión de mi cuerpo a la hora de componer. Incluso cuando experimento con otros instrumentos o electrónica, el arpa sigue siendo el corazón de todo.
¿Tienes colaboraciones en este trabajo?
Sí, trabajé con varios músicos de la escena experimental. Destaco especialmente la participación de Neal Morgan en percusiones y Paul Sukeena en guitarra eléctrica. Sus aportes le dieron textura a varias canciones.
¿Cuál crees que es el mensaje o atmósfera general que transmite el disco?
Es como una carta de amor a la soledad, a esos momentos donde uno se reconoce a sí mismo lejos del ruido. Hay melancolía, pero también luz. Es etéreo pero cálido.